Maria Margarita Ramirez Hernandez

María Margarita Ramírez Hernández, cariñosamente conocida por su familia y amigos como Margarita, ha dejado un profundo impacto en todos aquellos que tuvieron el privilegio de conocerla. Nacida el 30 de julio de 1968 en el sereno pueblo de Panindícuaro, Michoacán, México, el viaje de Margarita por la vida fue uno de amor, alegría y dedicación inquebrantable.

El camino elegido por Margarita en la vida fue el de una devota ama de casa. Lo único que quería era crear el hogar perfecto para su amada hija Kelly. Su naturaleza protectora inherente y su amor ilimitado moldearon cada aspecto de su enfoque de la maternidad. El logro del que más se enorgullece Margarita fue ser testigo del crecimiento y el éxito de su hija en cada esfuerzo que emprendió. Como madre soltera fuerte, Margarita trabajó incansablemente para asegurar el bienestar de su familia y crear una base estable para su futuro.

La familia era el centro de la existencia de Margarita. Compartía un vínculo indescriptible con su hija Kelly que emanaba de un amor profundamente arraigado que no conocía límites. Su conexión fue un ejemplo para todos los que se cruzaron en su camino, y sirvió como testimonio de la fuerza y ​​la belleza del amor maternal.

Además de su papel de madre, Margarita encontró una inmensa alegría al pasar tiempo con sus seres queridos. Junto con su hermana María Del Refugio Ramírez Hernández, se embarcaría en aventuras culinarias en su cocina, preparando platos tradicionales mexicanos que se transmitieron de generación en generación. Estas sesiones de cocina compartida no solo fueron una oportunidad para crear delicias deliciosas sino también momentos llenos de risas y recuerdos preciados.

Margarita poseía un espíritu contagioso que irradiaba felicidad donde quiera que iba. Su deseo genuino de conectarse con los demás la llevó a participar en conversaciones sinceras y a establecer conexiones significativas con todas las personas con las que se encontraba. A menudo se la podía encontrar participando en conversaciones llenas de risas, compartiendo chistes y repartiendo sonrisas dondequiera que fuera. El sentido del humor de Margarita era legendario y, a menudo, sucumbía a ataques de risa incontrolables, lo que provocaba alegría y alegría a todos los que estaban en su presencia.

Más allá de sus interacciones familiares y sociales, Margarita encontró consuelo y placer en los placeres simples. Tenía un gusto musical ecléctico y podía apreciar cualquier género, encontrando consuelo e inspiración en las melodías que llenaban el aire. Dar paseos tranquilos por el parque de su vecindario le permitió conectarse con la belleza de la naturaleza y encontrar la serenidad en medio de los desafíos de la vida.

A lo largo de los últimos meses de su vida, Margarita demostró un inmenso coraje mientras luchaba contra el glioblastoma cerebral en etapa IV. Con fuerza y ​​gracia inquebrantables, afrontó cada día de frente, decidida a hacer que cada momento cuente. Con gran pesar compartimos la noticia de la partida pacífica de Margarita el 27 de noviembre de 2023, cuando falleció pacíficamente mientras dormía rodeada de amor.

Margarita deja un legado que siempre será apreciado. Le precedieron en la muerte su padre, Miguel Ramírez Lara, y su madre Gloria Hernández Madrigal. Le sobrevive su hija Kelly Ramírez, quien continuará llevando la fuerza y ​​el amor de su madre a lo largo de su propio viaje.

Los familiares sobrevivientes de Margarita sienten profundamente la pérdida de Margarita: María Del Refugio Ramírez Hernández (hermana), Salvador Ramírez Hernández (hermano), María Reyna Ramírez Hernández (hermana) y Sara Ramírez Hernández (hermana). Sus vidas se han visto profundamente enriquecidas por el amor inquebrantable, la amabilidad y la risa contagiosa de Margarita.

Mientras recordamos con cariño la vida bien vivida de Margarita, celebremos la mujer extraordinaria que fue. Su espíritu permanecerá vivo para siempre en nuestros corazones mientras honramos su memoria a través de actos de amor, risas y conexiones genuinas entre nosotros.

Que el alma de Margarita encuentre la paz eterna y que su recuerdo continúe inspirándonos a vivir la vida con amor ilimitado, risas y dedicación inquebrantable. Adiós, querida Margarita. Has tocado nuestras vidas de maneras inconmensurables y tu luz brillará para siempre dentro de todos nosotros.

ENGLISH VERSION

Maria Margarita Ramirez Hernandez, lovingly known by her family and friends as Margarita, has left a profound impact on all those who had the privilege of knowing her. Born on July 30, 1968, in the serene town of Panindícuaro, Michoacán, Mexico, Margarita's journey through life was one of love, joy, and unwavering dedication.

Margarita's chosen path in life was that of a devoted homemaker. She wanted nothing more than to create the perfect home for her beloved daughter Kelly. Her inherent nurturing nature and boundless love shaped every aspect of her approach to motherhood. Margarita's proudest accomplishment was witnessing her daughter's growth and success in every endeavor she pursued. As a strong single mother, Margarita worked tirelessly to ensure her family's well-being and create a stable foundation for their future.

Family was at the core of Margarita's existence. She shared an indescribable bond with her daughter Kelly which emanated from a deep-rooted love that knew no bounds. Their connection was an example to all who crossed their paths, serving as a testament to the strength and beauty of maternal love.

In addition to her role as a mother, Margarita found immense joy in spending time with loved ones. Together with her sister Maria Del Refugio Ramirez Hernandez, she would embark on culinary adventures in their kitchen, preparing traditional Mexican dishes that were passed down through generations. These shared cooking sessions were not only an opportunity for creating mouth-watering delicacies but also moments filled with laughter and cherished memories.

Margarita possessed an infectious spirit that radiated happiness wherever she went. Her genuine desire to connect with others led her to engage in heartfelt conversations and establish meaningful connections with everyone she encountered. She could often be found engaging in laughter-filled conversations, sharing jokes, and spreading smiles wherever she went. Margarita's sense of humor was legendary, and she would often find herself succumbing to uncontrollable laugh attacks, bringing joy and mirth to all in her presence.

Beyond her family and social interactions, Margarita found solace and pleasure in simple pleasures. She had an eclectic taste in music and could appreciate any genre, finding comfort and inspiration in the melodies that filled the air. Taking leisurely walks in her neighborhood park allowed her to connect with nature's beauty and find serenity amid life's challenges.

Throughout the last few months of her life, Margarita displayed immense courage while battling stage IV Glioblastoma of the Brain. With unwavering strength and grace, she faced each day head-on, determined to make every moment count. It is with heavy hearts that we share the news of Margarita's peaceful departure on November 27, 2023, as she peacefully passed away in her sleep surrounded by love.

Margarita leaves behind a legacy that will forever be cherished. She was preceded in death by her father, Miguel Ramirez Lara, and her mother Gloria Hernandez Madrigal. She is survived by her daughter Kelly Ramirez, who will continue to carry her mother's strength and love throughout her own journey.

The loss of Margarita is deeply felt by her surviving family members: Maria Del Refugio Ramirez Hernandez (sister), Salvador Ramirez Hernandez (Brother), Maria Reyna Ramirez Hernandez (sister), and Sara Ramirez Hernandez (sister). Their lives have been profoundly enriched by Margarita's unwavering love, kindness, and infectious laughter.

As we fondly remember Margarita's life well-lived, let us celebrate the extraordinary woman she was. Her spirit will forever remain alive in our hearts as we honor her memory through acts of love, laughter, and genuine connections with one another.

May Margarita's soul find eternal peace, and may her memory continue to inspire us to live life with boundless love, laughter, and unwavering dedication. Farewell, dear Margarita. You have touched our lives in immeasurable ways, and your light will forever shine brightly within us all.